El rostro más besado de la Historia

A finales de la década de 1880 el cuerpo de una niña de 16 años de edad fue recuperado del Sena. Aparentemente fue un suicidio, ya que su cuerpo no mostraba señales de violencia, pero su belleza y su bella y misteriosa sonrisa hicieron que un patólogo de París solicitara realizar una máscara mortuoria en yeso de su rostro. En la atmósfera romántica del 'fin de siècle' europeo el rostro de la chica se convirtió en un ideal de belleza femenina.

En 1958 se utilizaron las características de la joven anónima para modelar el maniquí de primeros auxilios 'Annie', en el que miles de estudiantes han practicado RCP. La identidad de la misma continuará siendo siempre un misterio pero, se dice, sus labios son los más besados de la Historia.